La Asociación Intersectorial para el Desarrollo Económico y el Progreso Social –CIDEP-, nació el 20 de febrero de 1989 a iniciativa de varias organizaciones sociales del país, en un principio se denominó “Comisión Intersectorial para el Desarrollo Popular” y surgió ante la necesidad de unificar criterios y acciones en el campo de la gestión económica para la ejecución de proyectos orientados a proporcionar apoyo financiero, capacitaciones, asesoría técnica para las organizaciones sociales y comunidades del país.
La institución nace como parte de la iniciativa de 6 organizaciones sociales vinculadas a los derechos humanos, sindicales, gremiales, estudiantiles y de la cultura y el arte: ASTAC, CO-ANDES, CODEFAM, FEASIES, ATCEL y Proyección Estudiantil. El objetivo era constituir una alternativa que respondiera a las necesidades de desarrollo educativo de la población. Era preciso elevar las capacidades de las y los dirigentes para el análisis y la gerencia de sus organizaciones.
CIDEP, surge en el marco de la emergencia generada por la guerra civil, con el objetivo de realizar iniciativas educativas que favorecieran el desarrollo humano de los sectores históricamente excluidos y marginados por las políticas de Estado. La atención estaba puesta en las comunidades que sufrieron los efectos directos del conflicto armado, es decir las familias que tuvieron que abandonar sus lugares de origen y enfrentar su retorno en condiciones desfavorables, sobre todo en las áreas sociales básicas como vivienda, salud y educación.
En 1994, CIDEP obtiene su personería jurídica como Asociación sin fines de lucro y adopta la educación como eje estratégico de trabajo, desde una concepción popular, fortaleciendo su labor en la zona rural y urbano marginal del país, con la perspectiva de mejorar las condiciones de vida de la población más excluida del desarrollo económico y social.
La misión de CIDEP es “desarrollar programas y proyectos educativos y sociales dirigidos a formar y fortalecer las competencias de las personas desde la primera infancia, que les permitan prepararse e integrarse como ciudadanas y ciudadanos al ámbito socio-económico, político, tecnológico y cultural, para potenciar la capacidad organizativa y de autogestión de las comunidades con desventajas económicas y sociales, que las empodere para defender el derecho a la educación, a fomentar la salud integral, la equidad de género, la cultura de paz, la ciudadanía responsable y el medio ambiente sustentable en la perspectiva de transformar las condiciones socio-económicas del país”.
Cumplir 31 años de trabajo es motivo para seguir defendiendo los intereses de la población salvadoreña y promoviendo el desarrollo integral del país, razón por la que seguiremos comprometidos con el cumplimiento del derecho a la educación de la población salvadoreña. En nuestra próxima entrega abordaremos los avances institucionales posteriores a la obtención personería jurídica y la profundización del trabajo en los temas de género, salud, medio ambiente y cultura de paz.